Desde Telefónica Empresas, asesoramos y acompañamos a los centros educativos en su digitalización (https://tupartner.telefonicaempresas.es/educacion/): aulas hibridas (https://empresas.blogthinkbig.com/digitalizacion-centros-educativos/ , tecnología educativa y herramientas de colaboración , aprendizaje inmersivo…También los ayudamos en un aspecto clave en el proceso: la gestión del cambio (https://empresas.blogthinkbig.com/transformacion-digital-centros-educativos/ . Es una ruta emocionante y, aunque no existen reglas escritas para su ejecución, hay diez recomendaciones que conviene tener en cuenta:

 

  1. Diseño de una identidad digital para el centro que refuerce su propia personalidad y garantice el vínculo con la comunidad educativa.
  2. Impulso de un modelo colaborativo, que permita construir un proyecto para todos. Tiene que ser inclusivo e ilusionar y motivar tanto a profesores como a alumnos para que todos se sientan comprometidos.
  3. Establecimiento de un plan dinámico y flexible. El modelo debe aprender y reinventarse de manera constante.
  4. Incorporación de la tecnología de manera natural, sin artificios. Se trata de encontrar el momento y la forma de que ésta aporte valor.
  5. Impulso del pensamiento relacional. Las asignaturas no deben ser compartimentos estancos y la tecnología puede ayudar a construir estos puentes.
  6. Eliminación tanto de prejuicios como de imposición de las nuevas herramientas digitales. Se trata de encontrar el equilibrio entre contenidos tradicionales y los innovadores.
  7. Imaginación con los espacios: cualquier elemento del aula o del centro, incluso un escenario remoto o virtual, puede fomentar la creatividad de los alumnos y favorecer el aprendizaje.
  8. Observación y réplica de las mejores prácticas en otros centros. Resulta valioso incorporar los aprendizajes que otros ya han experimentado.
  9. Diseño de un plan de comunicación personalizado para garantizar la involucración permanente de toda la comunidad educativa.
  10. Y, por último, fijación de unos objetivos alcanzables que sea posible medir. Hay que asumir también el riesgo de no llegar a ellos y se debe contar con un “plan B” que garantice la calidad del aprendizaje.

 

Estas son algunas de las muchas iniciativas que pueden ayudar a los centros educativos a emprender con éxito esta nueva aventura. Sin duda, el reto va mucho más allá de implantar tecnología en el aula; el autentico desafío es convertir al alumno en el protagonista de su aprendizaje (https://empresas.blogthinkbig.com/transformacion-alumnos-en-estudiantes/ mientras el profesor le guía, con ayuda de la tecnología cuando proceda.