
Desde Telefónica Empresas, asesoramos y acompañamos a los centros educativos en su digitalización (https://tupartner.telefonicaempresas.es/educacion/): aulas hibridas (https://empresas.blogthinkbig.com/digitalizacion-centros-educativos/ , tecnología educativa y herramientas de colaboración , aprendizaje inmersivo…También los ayudamos en un aspecto clave en el proceso: la gestión del cambio (https://empresas.blogthinkbig.com/transformacion-digital-centros-educativos/ . Es una ruta emocionante y, aunque no existen reglas escritas para su ejecución, hay diez recomendaciones que conviene tener en cuenta:
- Diseño de una identidad digital para el centro que refuerce su propia personalidad y garantice el vínculo con la comunidad educativa.
- Impulso de un modelo colaborativo, que permita construir un proyecto para todos. Tiene que ser inclusivo e ilusionar y motivar tanto a profesores como a alumnos para que todos se sientan comprometidos.
- Establecimiento de un plan dinámico y flexible. El modelo debe aprender y reinventarse de manera constante.
- Incorporación de la tecnología de manera natural, sin artificios. Se trata de encontrar el momento y la forma de que ésta aporte valor.
- Impulso del pensamiento relacional. Las asignaturas no deben ser compartimentos estancos y la tecnología puede ayudar a construir estos puentes.
- Eliminación tanto de prejuicios como de imposición de las nuevas herramientas digitales. Se trata de encontrar el equilibrio entre contenidos tradicionales y los innovadores.
- Imaginación con los espacios: cualquier elemento del aula o del centro, incluso un escenario remoto o virtual, puede fomentar la creatividad de los alumnos y favorecer el aprendizaje.
- Observación y réplica de las mejores prácticas en otros centros. Resulta valioso incorporar los aprendizajes que otros ya han experimentado.
- Diseño de un plan de comunicación personalizado para garantizar la involucración permanente de toda la comunidad educativa.
- Y, por último, fijación de unos objetivos alcanzables que sea posible medir. Hay que asumir también el riesgo de no llegar a ellos y se debe contar con un “plan B” que garantice la calidad del aprendizaje.
Estas son algunas de las muchas iniciativas que pueden ayudar a los centros educativos a emprender con éxito esta nueva aventura. Sin duda, el reto va mucho más allá de implantar tecnología en el aula; el autentico desafío es convertir al alumno en el protagonista de su aprendizaje (https://empresas.blogthinkbig.com/transformacion-alumnos-en-estudiantes/ mientras el profesor le guía, con ayuda de la tecnología cuando proceda.